Cuando dudan los demás

En las últimas entradas, o en las primeras, lo mismo me da, he estado comentando mis miedos, mis temores, mis momentos de esto no va a salir bien y los de vamos a por todas porque vamos a comernos el mundo. Comentaba mis impresiones, la mayoría de las veces sólo compartidas con vosotros mis lectores, jajaja, con Rubén, mi pobre torturado ante cualquier duda, con Paula, con Javi...

Hoy ha llegado el momento en el que ninguno de ellos, pero parte del equipo, ha manifestado sus dudas y ¡coño, que difícil es! Perdón por la expresión, pero es que es realmente difícil animar a alguien cuando duda, cuando le entiende sperfectamente porque acabas de pasar por eso mismo, porque hasta hace 5 minutos eras tú la que no tenía nada claro, pero ahora estás en un momento de euforia, de convicción...

Uno de los problemas principales que estamos teniendo es que nos resulta imposible quedar los 9 y hablar tranquilos. Cuando no soy yo la que llega tarde, es no sé quién que no viene. De hecho, esta semana "cancelamos" nuestra habitual reunión de los lunes.

Yo hoy estoy tranquila, ahora incluso más que hace un rato. En realidad es un alivio saber que no soy la única que tiene miedo, porque significa que no soy la única que quiere que esto salga bien. Ya lo sabía, pero ahora está más confirmado...

Si llegamos o no, sólo el tiempo nos lo dirá. Como siempre (o casi siemppre), prefiero quedarme con el sí.

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