Sonidos

Sigo con las presentaciones, para que os murais de envidia, jajaja. Aunque su papel principal no es en producción, de momento le ha tocado encargarse de algunas cosillas, así que hoy le toca el turno a Tamara, la jefa de sonido.

Para que os hagáis a la idea de como de buena es en ese asunto os voy a contar un historieta. Hace mucho, mucho tiempo, entraba yo en Radio Complutense de visita, me dirigí al estudio 102 a ver a Tamara y me la encontré delante del ordenador, toquiteando algo con el Audacity, no recuerdo la frase con exactitud, pero me dijo algo así como que era muy feliz haciendo lo que estaba haciendo, que se podría pegar toda la vida así.

Una persona que te dice lo feliz que le hace su trabajo, mientras está trabajando... sólo puede ser la mejor. Porque además de saber hacerlo, disfruta haciéndolo y no se conforma con un aceptable ni con un bien, tiene que quedar perfecto. Por ese motivo, el sonido de este, nuestro corto, no podía estar en manos de ninguna otra persona.

¿Cómo sonará este corto? A veces cierro los ojos y soy capaz de verlo, algunas escenas sueltas, normalmente de muchas maneras distintas, pero nunca consigo escucharlo, no le pongo voz a las siluetas que actúan... Suenan a mi, quizá debería pensar algún día cómo me gustaría que sonara...

Una lección de un fracaso

Hay veces que de los fracasos se saca una gran lección. Mi último fracaso es un videoclip para un amigo, él está encantado, a mi me parece un horror y le he pedido que no le diga a nadie que es cosa mia. No lo ha hecho, pero ese es otro tema.

La gran lección que me ha enseñado es, en realidad son dos, una fea y otra bonita. La fea es que, a partir de ahora, favores, ni uno. La bonita es que las cosas, en este mundo, funcionan con un buen equipo. Y que casualidad, resulta que para este corto, todavía sin nombre, tenemos un buen equipo, el mejor. Cada no tiene sus funciones y se ocupa de cumplirlas, nos ofrecemos ayuda cuando puede ser necesaria, hablamos, discutimos, nos escuchamos... Además, es que, no sé si han acertado conmigo, pero ellos son muy buenos en sus funciones. Ya os he hablado de Rubén y Paula, presentándolos como las piezas del equipo que son ante mis ojos. Hoy voy a seguir con el resto.

Empezando por Fran, también del equipo de producción. Es el serio, el realista, el que intenta mantenernos con los pies en el suelo, el que nos recuerda donde estamos y donde queremos llegar. Siempre se asegura de que lo que tratamos en las reuniones ha quedado claro para todos. Es lo opuesto a mi, el otro punto de vista. Yo tiendo a hiper positiva y él no es que sea negativo, es que siempre sale con algún incoveniente posible. Parte del no para lograr el sí. Yo parto del sí. Resulta gracioso escuchar debates entre nosotros porque ni siquiera llegando a la misma conclusión somos capaces de darnos la razón, nos falla la manera de expresarlo, jajaja.

Seguramente si hubiera tenido a Fran cuando me metí con el videoclip, el resultado hubiese sido diferente. El producto seguramente sería el mismo, pero la hostia que me di... seguramente, se habría encargado de ponerme la colchoneta, por si acaso...

Vamos a conseguirlo

Empiezo por lo último que se me ha ocurrido, como de costumbre. Esta noche he descubierto la frase con la que difinir a Paula. Ayer decía de Rubén que es la persona a la que consulto todo; añado hoy, que siempre me ha dado tranquilidad el que él lea mis cosas u opine sobre mis ideas, aunque va a dejar de funcionarme, porque siempre me dice que le gusta y es sólo producto del amor, jajaja.

Pues bien, que lo que hoy quería contar es que ya sé cual es la frase para Paula, ella me sabe manejar, pero no en el mal sentido, ella sabe cómo funciono, me comprende y es capaz de hacerme entrar en reazón cuando mi cabeza ha desvariado tanto que ya nada tiene sentido. Ella sabe frenarme, pero de la manera en que yo, muy picota, lo entiendo y paro. Es mi equipo. Y somos muy buen equipo, supongo que yo también le aportaré algo, jajaja.

Con sensaciones como esta con mi equipo (que posesivo suena esto, pero es por exigencias del guión), ¿cómo me puedo atrever a dudar a veces? No me lo merezco, porque pocas veces puedo haberme llegado a sentir así. Hasta ahora sólo os he mencionado 2 perosonas, pero todavía me quedan 6. Y cuando acabe, estareis de acuerdo conmigo en que rodeada de ellos, solo me queda sacar lo mejor de mi y a por ello.

Esto lo he pensado ahora, sobre la marcha. Pero es que esta mañana he tenido un momento metro, esos ratitos en los que voy en el metro y de repente tengo una enorme necesidad de ponerme a escribir. Así que como lo he escrito y estaba convencidisima de que eso iba a ser mi entrada de hoy, os lo transcribo:

"En los momentos de crisis es cuando se demuestra que un equipo es bueno, donde surgen las diferentes opiniones, los confictos, etc. Cuando es un buen equipo el que se enfrenta a la crisis, ésta sólo sirve para potenciar, para unir, para sacar algo que todavía no estaba a la luz y que le va a hacer brillar con más fuerza.

>>Hemos superado la primera crisis y estamos más fuertes que antes, más unidos, más seguros y más convencidos de que hay que luchar por consegurilo. Y vamos a conseguirlo."

Pues eso, que vamos a conseguirlo.

Cuando dudan los demás

En las últimas entradas, o en las primeras, lo mismo me da, he estado comentando mis miedos, mis temores, mis momentos de esto no va a salir bien y los de vamos a por todas porque vamos a comernos el mundo. Comentaba mis impresiones, la mayoría de las veces sólo compartidas con vosotros mis lectores, jajaja, con Rubén, mi pobre torturado ante cualquier duda, con Paula, con Javi...

Hoy ha llegado el momento en el que ninguno de ellos, pero parte del equipo, ha manifestado sus dudas y ¡coño, que difícil es! Perdón por la expresión, pero es que es realmente difícil animar a alguien cuando duda, cuando le entiende sperfectamente porque acabas de pasar por eso mismo, porque hasta hace 5 minutos eras tú la que no tenía nada claro, pero ahora estás en un momento de euforia, de convicción...

Uno de los problemas principales que estamos teniendo es que nos resulta imposible quedar los 9 y hablar tranquilos. Cuando no soy yo la que llega tarde, es no sé quién que no viene. De hecho, esta semana "cancelamos" nuestra habitual reunión de los lunes.

Yo hoy estoy tranquila, ahora incluso más que hace un rato. En realidad es un alivio saber que no soy la única que tiene miedo, porque significa que no soy la única que quiere que esto salga bien. Ya lo sabía, pero ahora está más confirmado...

Si llegamos o no, sólo el tiempo nos lo dirá. Como siempre (o casi siemppre), prefiero quedarme con el sí.

Estres

A decir verdad, nunca pensé que hacer un corto pudiese resultar tan estresante... He de reconocer que estoy disfrutando mucho de este proceso, pero de vez en cuando, una oleada de pánico nos invade, al principio es un ataque individual, pero poco a poco se va generalizando. Tarda exactamente lo que te cuesta comentarle a alguien lo agobiado que te sientes.

Esta tarde Rubén y Paula nos han comentado a Javi, a Tamara y a mi cuando íbamos hacia casa en el bus, el calendario que ahn establecido, las fechas en las que tenemos que entregar nuestra parte correspondiente. Agobio.

Sólo tengo 15 días para hacer el guión técnico una vez que tengamos la versión definitiva del guión literario.

Lo malo es que ya estamos a 25 de noviembre. Queremos grabar en marzo. Queremos pedir subvenciones. Queremos... muchas cosas. Y la Navidad ya está aqui. Hay qe tener en cuenta ese parón por vacaciones, hayq ue tener en cuenta que una parte de todo este proceso está en manos de funcionarios... hay que tener en cuenta la nueva información. Una subvención. Plazo de solicitud: 21 de diciembre. Hay que ponerse las pilas.

Podemos, eso lo sé. Somos capaces, y me quedo más tranquila.

Pero hay muchas cosas que hacer y no todas tienen que ver con el corto. Este año estamos en 5º, y se nota, nos piden lo que no nos han pedido en los 4 años anteriores... Podemos, queremos, somos capaces... por eso sé que lo heremos, pero a veces duele, jajaja.

Pasado el terror

Y después del momento pánico, llegó la hora de ponerse a trabajar. Ya teníamos la idea y los guionistas, Javi y Laura, manos a la obra. Los productores, Paula y Rubén, empezaron a rastrear las posibles subvenciones que podríamos conseguir, Fran planificó los pueblos que habría que visitar, Tamara empezó a buscar contratos… y entonces tuvimos la primera reunión del equipo de dirección. El lugar, mi casa; la hora, la del desayuno, almuerzo para algunos. Así que nos hicimos con un buen café, un zumo de naranja, papel y boli y un borrador del guión y nos pusimos manos a la obra. De esa mañana sólo recuerdo las ganas de asesinar a Andrea y Dani cuando me llamaron para decirme que venían y me sacaban de esta manera de la cama; y la sumamente reconfortante sensación de tiempo aprovechado y trabajo bien hecho que me quedó cuando se marcharon. Habíamos estado juntos un par de horas y habíamos resuelto en nuestras pequeñas cabezas la secuencia más difícil de todo el cortometraje. Sólo hacía falta que producción lo aprobara y meditarlo un poco más, primero asegurarnos de que somos capaces de hacerlo y después para buscar nuevas formas de complicarnos la vida. Eso sí, como salga… como esto salga bien… va a ser la… va a ser una maravilla.
Un día después Javi y Fran, por obligación, Paula, Rubén y yo por devoción, pusimos rumbo a Teruel en busca del pueblo y del bar de nuestro cinematográfico sueño. Visitamos un total de 25 pueblos en dos días, no sé cuantos kilómetros hicimos, pero pasamos más de 20 horas dentro del coche, los 5 bien apretaditos. Volvimos con dos firmes candidatos y el fin de semana mereció la pena, desde entonces sabemos que aunque me pusiera pesada proponiendo Teruel como localización, no la elegimos sólo por eso, este corto tiene que ser en esa provincia.
Allá donde íbamos sembrábamos la confusión, no sé por qué la gente entendía que estábamos grabando un documental sobre pueblos y bares, creemos que todos esperaban que sacáramos el equipo en ese mismo momento. También algunos de nuestros allegados se confundieron, a la vuelta todos hemos escuchado cómo nos preguntaban qué tal había ido el rodaje. Para qué molestarnos en explicar si quiera, que en realidad no va a ser un rodaje si no una grabación porque vamos a hacerlo en vídeo…
Así estamos a mediados de noviembre y no sé cuantas veces he visto el corto en mi cabeza, ni cuantas versiones distintas, ni cuanto he disfrutado en sueños el momento del “rodaje”.
A veces, alimentar tanto la fantasía no es bueno; a veces, es inevitable. Por eso esta tarde hemos estado “discutiendo” varias opciones para el día del estreno.

Primeras reflexiones

Lo más importante de trabajar en equipo es estar a gusto dentro del equipo, que haya un buen ambiente, que cada uno desempeñe un rol y cumpla con sus funciones y que haya un nivel de entrega equilibrado, que nadie dé más que otro para que no surjan los conflictos. Conseguir lo primero es fácil cuando trabajas rodeado de amigos, pero si cada uno no cumple con su parte, los roces aparecen pronto y las grandes broncas después, mucho peores que cuando trabajas con desconocidos.
En el caso del que voy a hablaros, aún a riesgo de precipitarme, creo que somos un gran equipo porque somos un grupo de amigos pero no nos hemos juntado exclusivamente por eso sino porque todos estamos dispuestos a dejarnos los cuernos por este proyecto y porque ya hemos trabajado antes juntos y el resultado ha sido óptimo.
Como grupo, hay un interés común que nos define, no nos conformamos con lograr un producto mediocre, queremos la excelencia, buscamos la perfección.
La primera vez que hablamos de formar este grupo fue hace ya un año, hablando sobre aquella remota fecha en que tendríamos que hacer un corto a finales del 5º curso. Para nosotros no se trata de un trabajo más para la universidad, tampoco se trata del proyecto fin de carrera, es más bien el momento de ponerse a currar, el momento para medirse las fuerzas, el momento de comprobar que todo este tiempo en la universidad ha valido la pena, si somos capaces de cumplir alguno de los sueños con que empezamos a estudiar Comunicación Audiovisual.
Y así comenzamos el gran año, el 5º curso de la carrera… Desde el primer día estuvimos fantaseando con la posibilidad de hacer un gran cortometraje, con la idea de hacer nuestra propia película. Una vez hechas las averiguaciones pertinentes, como si se podían formar grupos de 9 personas y aceptar los riesgos que ello suponía, nos pusimos a trabajar.
A partir del 15 de octubre nos hemos reunido el equipo al completo todas las semanas para contarnos como van evolucionando las cosas. Ese día cada uno asumió esa responsabilidad y se puso a trabajar en ello. A pesar de que cada uno tiene su parcela de trabajo, todos aportamos ideas y opinamos cuando se nos pregunta. Uno de los objetivos fundamentales de este proyecto es que todos lo sintamos como nuestro.
Y espero no equivocarme cuando afirmo que esto va a salir bien, cuando siento que vamos a hacer algo muy grande, porque cuando estamos reunidos y miro a mi alrededor y veo a Javi, a Fran, a Dani, a Andrea, a Laura, a Paula, a Rubén y a Tamara algo me dice que sí, que adelante, que con ellos al fin del mundo y que me he rodeado con gente que es la mejor en lo suyo. Les veo tan capaces, tan eficaces, que a veces me abruma el temor a no estar a su altura y me pregunto ¿por qué me habrán elegido a mí? Entonces me digo: porque puedo, porque quiero, porque soy capaz y porque me atrevo.